2 de noviembre de 2008

Donde el principio y el final son lo mismo.

El Maestro zen Takuan explicaba al guerrero Yagyu Munenori lo siguiente:

Déjame explicártelo con los términos de tus artes marciales. Como principiante, uno no sabe nada de la postura que hay que tomar ni de la posición de la espada, así que no se tiene nada para ocupar la mente. Si alguien te ataca, te limitas a luchar sin pensar en nada.
Después, cuando se aprenden varias lecciones, como debe ser la postura, como enpuñar la espada, donde poner la atención, y todo lo demás, la mente salta de un punto a otro y uno, se encuentra confundida cuando intenta atacar.
Pero si se practica día a día, mes tras mes, la postura y la posición de la espada no ocupan ya la mente, y uno se encuentra como un principiante que no sabe nada.
Este es el sentido en el que se dice que el principio y el final son lo mismo.

Entender esto no es suficiente, debes experimentarlo.

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