La Hannya es un personaje del teatro tradicional Noh, como sucede con otros muchos personajes está representada por un actor (llamados mai-kata, no hay actrices en el teatro Noh) el cual viste una máscara que le cubre el rostro.
Dentro del teatro Noh se establecen varias categorías para los tipos de máscaras usadas: Dioses, Guerreros, Lunáticos, Hombres, Mujeres y Demonios. En concreto la Hannya abarca dos categorías, ya que se trata de una mujer y un demonio al mismo tiempo. Se trata de la representación del espíritu de una mujer que ha enloquecido al llegar a su máximo estado de celos. Lo realmente interesante de éste personaje es que no sólo hay una máscara para representarla, suele sufrir una evolución que va desde una hermosa mujer a un terrible demonio. Para ello la representación de la Hannya cuenta con hasta once máscaras diferentes en distintos momentos de su evolución, para acabar como véis en la imagen.
Sé que los aficionados a las máscaras (haberlos, haylos) sabrán apreciar la belleza de la máscara Hannya, además se trata de una de las imágenes más representativas de la cultura tradicional japonesa que ha trascendido sus fronteras. Dicho sea de paso, en el mundo del tatuaje es un trabajo muy solicitado y apreciado por los aficionados al tatuaje tradicional japonés (el cual practicamente merece una entrada para él sólo).
Si a estas alturas os interesa lo que os escribo, dejadme que os cuente algo más sobre éste personaje. Las primeras representaciones de la Hannya de las que se tiene noticia se situan alrrededor del periodo Muromachi (1558 de nuestra era), es muy probable que sean una evolución a partir de las obras pictóricas japonesas en la plasmación plástica de leyendas de la tradición oral.
Una de las obras que mejor retrata el rencor vengativo de la mujer y su sufrimiento es "Dojoji" ("El Templo Dojoji"). Esta obra narra la historia de una mujer que tras ser abandonada por su prometido, jura vengarse de él:
Un día, una joven bailarina llegó al templo Dojoji de Kishu (actual Wakayama) para ver la campana que los monjes acababan de instalar después de años y años sin ella. Aun a pesar de que estaba prohibido el acceso a las mujeres, los monjes al final accedieron a cambio de que les dedicara un baile. Sin embargo, la joven se ocultó dentro de la campana que entonces cayó desplomada sobre la base del templo. Entonces un sacerdote anciano que estaba allí presente, recordó una historia ocurrida años antes. Érase una vez un monje de una secta budista esotérica que mantenía una relación amorosa con una bella joven. Cuando el monje fue trasladado a la sede de su congregación, la joven le pidió que la llevara con él. Sin embargo, en aquella época las mujeres no podían vivir en la mayoría de los templos. Perseguido por su amante, el monje encontró refugio en el templo Dojoji, bajo cuya campana decidió esconderse. Pero la joven le siguió los pasos y al llegar al templo se convirtió en serpiente y se enrolló alrededor de la campana. Entonces arrojó una llama de fuego que hizo arder la campana y a su amante dentro. Tras contar esta historia, el monje dedujo que la bailarina que acababa de desaparecer bajo la campana bien podría ser la misma joven del relato. Sus compañeros, que habían escuchado la narración de los hechos con atención, empezaron a rezar por el alma de la desconocida. Poco después de entonar las primeras oraciones, la campana comenzó a elevarse y surgió la imagen de una mujer serpiente, con el rostro cubierto por una máscara Hannya. Como en el relato antiguo, escupió una llamarada, que prendió de fuego su propio cuerpo hasta que la joven desapareció bajo las aguas de un río.
Hoy en dia, en Japón aún se hace un gesto con la mano imitando los cuernos de la Hannya cuando una mujer siente ira o celos hacia un hombre, curioso cuando menos, ¿no?
Es posible que los que habéis llegado hasta aqui leyendo os estéis preguntando que relación tiene todo esto con karate-do. Vale, admito que poco, aunque me niego a creer que hacéis artes marciales "por deporte", si estás metido en esto es porque seguramente te interesa la cultura y la tradición oriental. Los que me conocéis sabéis que a mí si me interesan y me consta que a muchos de vosotros y vosotras también. Es por ello que espero haberos tenido entretenidos un ratito con esta pequeña dosis de culturilla japonesa, si os ha gustado y queréis saber más investigad por vuestra cuenta, seguro que no os arrepentiréis.
¡Un fuerte abrazo!
1 comentario:
Una entrada muy curiosa y didactica jeje sobre un poco de la cultura japonesa, siempre estoy dispuesto a aaprender un poco mas de ella. Me ha encantao!
Saludos
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