Shotokai
Nuestra forma de ver el Karate Do, la eficacia, y la vida
Shigueru Egami fue el primer alumno del maestro Gichin Funakoshi y continuador de sus enseñanzas, en su búsqueda incansable de la forma, el espíritu y la energía, evolucionó hacia un karate propio y revolucionario respecto a su forma anterior sentando las bases del estilo Shotokai.
Con sus enseñanzas como referencia, hoy, a través de la práctica junto a nuestro maestro Herbert Albert Hooykaas nos encontramos con una forma de hacer que nos caracteriza y al mismo tiempo nos acerca a todas las demás Artes Marciales.
Por supuesto que dentro del Karate Do, y del propio estilo Shotokai existen numerosas formas de entender el cuerpo y sus técnicas, todas son expresiones del “Arte Marcial” y de la personalidad de sus practicantes. Su valor y eficacia nunca deben ser puesto en duda, será la práctica, su aplicación a valores universales y la aportación al desarrollo personal los que les conferirán su verdadero valor.
Shotokai
1º Para tu salud
En nuestro trabajo intentamos evitar tensiones musculares y rigideces articulares que bloqueen el flujo de la energía a través del cuerpo y que impidan su transmisión hasta la zona de contacto. Esto es importante para la efectividad técnica y sobre todo para una vida saludable.
No generamos tensiones para nuestra técnica ni para nuestra vida fuera del Dojo.
La respiración es natural, intentando llevarla a cabo en cualquier momento y situación.
Somos conscientes del poder del Ki (energía) que nos acompaña cada segundo de nuestra existencia, a través de la técnica se busca canalizar y aplicarla.
2º Características generales en el trabajo técnico
El trabajo técnico no debe quedarse en la mera “figura” sino que intentamos profundizar en el estado emocional de quien ejecuta, las tensiones acumuladas, y su eficacia real. Todo esto es difícil de ser juzgado, por lo que será el practicante el verdadero testigo de las sensaciones que experimente durante su trabajo.
Existen puntos comunes con otras formas de Karate Do, así como diferencias, al igual que con otras Artes Marciales de las que podemos asimilar cualquier trabajo.
Posiciones Básicas. Nos caracteriza:
- Verticalidad del tronco
- No bloquear las caderas
- Correcta localización del centro de gravedad
- Dirección de las rodillas con respecto a los dedos de los pies
- Firmeza de tobillos
- Eliminar tensión muscular innecesaria
- Sensación de pesadez y al mismo tiempo de movilidad
- Correcto asentamiento de los pies
Defensas. Consideramos que el valor de una defensa radica en la eficacia para resolver la situación lo antes posible, sin dar opción a una nueva acción del contrario. Para ello trabajamos la defensa como parte de nuestro ataque, bien convirtiéndola en el propio ataque, bien conectándola (junto, al mismo tiempo, sin ninguna demora) con la respuesta. La cadera es, conectada con nuestro codo, la que mueve nuestra técnica.
Sin oponer resistencia, no esperamos, dirigimos al contrario desde el momento de su salida … y lo controlamos hasta el final.
En los ataques:
- Eliminamos tensiones innecesarias, antes, durante, y en el momento del impacto
- Naturalidad
- La técnica se conecta a través del codo con el Hara
- Frontalidad y verticalidad, con el fin de controlar nuestro centro de gravedad y transmitir todo el peso corporal
- Procuramos no llegar a la máxima extensión del codo en el momento del golpe, lo cual posibilita el flujo de la energía, penetración y la continuidad de técnicas.
La aplicación en situaciones reales entra dentro de la gran variedad de facetas que podemos encontrarnos en Karate Do, pero debemos trabajarla como un desarrollo de la técnica básica ( no como la propia técnica básica ) teniendo en cuenta sus circunstancias y características particulares, sabiendo que no hablamos de aplicar karate contra karate u otra arte marcial.
Trabajamos en un terreno en donde “no existen técnicas, ni formas, ni reglas” así que el karateka tiene que estar preparado ante cualquier tipo de ataques, agarres, armas y situaciones que pueda encontrar. Y aún así, siempre habrá algún factor “imprevisto”.
Existen reglas básicas sobre técnicas, espacio, visión, actitud, resolución…. y gran cantidad de factores que intervienen en un conflicto, pero piensa que, anticiparnos a las situaciones viendo venir los acontecimientos y resolverlos mediante el dialogo, relacionarnos con los demás, aceptando y comprendiendo, rehusando ser provocados. ¡Este será sin duda un combate que si no llega a realizarse, siempre habremos ganado!
4º En la búsqueda interior
Desde el más mínimo detalle, por ejemplo, en un gesto tan repetido como el saludo demostramos el estado de nuestro espíritu y los sentimientos hacia los demás. Técnica, Kumite y kata , así como la meditación (mokutso) deben enfocarse hacia el trabajo de la presencia de espíritu “ Aquí y Ahora “.
A través de esta atención practicada en cualquier momento nos hacemos consciente del cuerpo, de la respiración y de todo lo que ocurre en la mente. Aplicado a la vida cotidiana nos ayudará en las relaciones con los demás, y llegado el momento a resolver situaciones de conflicto.
5º Para la vida.
En cualquier Arte Marcial que elijas conseguirás mejorar técnicamente y más adelante, con los años, tus cualidades físicas cambiarán, evolucionarás en tu técnica y en tu visión de la vida. Lo que hayas hecho años atrás adquirirá un significado distinto.
Los logros físicos tienen limitaciones y un tiempo para ser realizados, La búsqueda interior a través de lo que hagas te llevará varias vidas, y por lo menos, en el “Aquí y ahora” te hará mejor. Así que, sigue el camino elegido y no te importe desviarte para compartir con los demás luego, traza tu propia senda y síguela.
José Cáceres Madrid
C.N. 4º Dan por la Real F.E.K.
C.N. 5º Dan de la Nihon Karae Do Japón
Maestro Nacional