El pasado 19 de septiembre, compañeros del Fudoshin Dojo tuvimos la oportunidad de compartir una agradable mañana con las internas del Centro Penitenciario de Alcalá de Guadaira.
Realizamos demostraciones de Karate Do y Kenjutsu, sorprendiendonos por su atención y entrega. Ciertamente fue una experiencia tremendamente humana, en la cual pudimos ver el entusiasmo y participación de todas las internas, de los monitores y encargados del centro; la labor que allí se desarrolla y cuanto de importante resulta el mantener la ilusión por un proyecto.
Ánimo a todas, y os dejo con una de mis reflexiones preferidas.
“Disfruta de las cosas sin apego y sufre lo inevitable sin aversión
Con la conciencia lúcida de que todo pasa, transita y muda. “
José Cáceres
Realizamos demostraciones de Karate Do y Kenjutsu, sorprendiendonos por su atención y entrega. Ciertamente fue una experiencia tremendamente humana, en la cual pudimos ver el entusiasmo y participación de todas las internas, de los monitores y encargados del centro; la labor que allí se desarrolla y cuanto de importante resulta el mantener la ilusión por un proyecto.
Ánimo a todas, y os dejo con una de mis reflexiones preferidas.
“Disfruta de las cosas sin apego y sufre lo inevitable sin aversión
Con la conciencia lúcida de que todo pasa, transita y muda. “
José Cáceres
1 comentario:
Sin duda alguna una mañana muy interesante, toda una experiencia vital. Cosas como la visita de aquella mañana te ayudan a recapacitar y valorar las cosas que tienes en su justa medida, creo que esa fué la conclusión que sacamos todos los participantes del Fudoshin Karate-Do Dojo.
Por otra parte nos fuimos con una sensación de sorpresa y agradecimiento hacia las internas y los funcionarios y funcionarias por su comportamiento respetuoso, agradecido y entusiasta.
Las cosas como son: la inexperiencia te hace tener una serie de espectativas, que ¿cómo no?, son completamente equivocadas. Los prejuicios no son buenos.
Una buena mañana, mi agradecimiento a José Cáceres por contar conmigo, a mi compi José por no darme muy fuerte, al amigo Raúl por su buen hacer y las gentes de la prisión de Mujeres de Alcalá de Guadaira por permitirnos vivir semenjante experiencia.
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